Me estáis dejando todos alucinados, tanto que no he tenido el valor ni las ganas de acabar de leer todos los comentarios, así que si me salto algún detalle, en primer lugar, perdonadme.
En segundo, y si me lo permitis, simplemente me gustaría pediros que recordárais esos momentos, como alguno comentasteis por ahí, en los que tuvimos un bache, porque ese bache lo tuvimos y si no lo vamos a tener absolutamente todos. Pero dejadme ir un poco más lejos. Todos los que estamos en este negocio sabemos perfectamente que la carrera es muy dura, y que dicha carrera no empieza, ni mucho menos, con la selectividad, y el intento desesperado por superar las mil veces malditas notas de corte, esta carrera empieza mucho antes y es una carrera en la que, por muchos apoyos, rivales o detractores que encontráramos estábamos, en el fondo, completamente solos. Tú y nadie más que tú has de luchar contra ti mismo/a y decidir si todo el esfuerzo va a merecer la pena, y si sus ganas por llegar compensan toda esa mierda como algunos habéis dicho, que vas a tragar porque, y eso lo sabemos, la vas a tragar por todos lados, y a veces esa mierda es la gente, otra son las situaciones con la que vas a encontrate y otra, como no, eres tu mismo. Digo esto simplemente porque quizás esta persona que nos escribe está en una situación difícil, y sus dudas y miedos le han ganado a sus ganas.
No pensé nunca que defendería a una persona que aparentemente, y remarco, aparentemente, carece de vocación, y es que a veces, uno empieza sin vocación, y es lo vivido a lo largo de estos seis años de universidad, los deresidencia, y todos los demás, lo que hace que antes o después la encuentres. Los que desde pequeñitos, cuando veíamos una serie de televisión o una mascota, o incluso un familiar, se ponía enfermo y pensábamos, "yo de mayor seré médico para curar a las personas", hemos recibido una bendición. Y sí, queremos curar a las personas, pero también, como no, sufriremos con su dolor, y el que lo niegue, el que no sea capaz de compartir ese dolor, da igual los años que lleve en esto, que lo deje porque después de todo, no ha comprendido nada. En teoría, ser médico consiste en prevenir unas enfermedades, diagnosticar otras, actuar según este o aquel tratamiento... Eso es muy bonito, pero cualquiera con dos dedos de frente que se lea un libro puede memorizarlo y hacerlo tal y como en él se dice. Ser médico va mucho más allá.
Y volviendo a lo que decía antes, soy de la opinión de que cada uno de nosotros tenemos un don y una obligación de compartirlo, y es que, como escuché en alguna película, un poder conlleva también una responsabilidad. Y yo creo, amigos, que en nuestro caso, esa responsabilidad es doble. Por un lado tenemos la responsabilidad de llegar al final, convertirnos en buenos médicos, y hacer lo que esté en nuestra mano por ayudar a nuestros pacientes. Pero por otro lado, tenemos la responsabilidad, el deber de animar a todos aquellos que están dubitativos y no saben si atreverse con medicina, o dejarlo porque no le ven sentido a nada. Porque parece mentira, pero ahora mismo, la mierda la estáis poniendo vosotros, y debería daros, aunque sea un poquito, vergüenza. Que fácil es olvidarse de cuando estábamos igual.
De la tontería de subir la nota, ocupar plazas, etc, prefiero no comentar nada. Todos los ciudadanos españoles, nacionalizados y residentes, tienen derecho a optar a una plaza en una universidad pública, y si una persona tiene un mayor nivel intelectual, pues que le vamos a hacer, tiene preferencia. Yo no es que sacara la mejor nota de España, pero me esforcé muchísimo, y si otra persona se esfuerza mucho, creo que ha de tener el mismo derecho. Y sí, todos conocemos gente que se ha quedado a las puertas y que sí tenía vocación, ahora bien, necesitas vocación, pero también un cierto nivel intelectual, sin ninguna de las dos cosas no llegas a nada. Sin vocación acabarás abandonando, o puede que no, y al acabar la carrera seas útil en un laboratorio de investigación y no tratando pacientes. Sin nivel intelectual, no llegas ni a un sitio ni al otro. Y así es la vida.
Si tienes dudas, yo te respondo. El sueldo es bajo, las horas de trabajo son muchas y el tiempo libre es poco.
Pero te digo, ¿para qué preocuparse del dinero cuando tu mayor recompensa es ver la sonrisa en la cara de una persona a la que apartaste de las puertas de la muerte? Las horas que le echas son siempre pocas cuando has decidido dedicar tu vida a salvar la de los demás. Y el tiempo libre.....lo siento, de eso no puedo decir nada. A los médicos nunca les sobra el tiempo libre, pero no te preocupes, al final nada te va a apartar de tus seres queridos y de tus aficiones. Yo por lo menos, siempre saco media hora para hacer un poco de deporte o para salir con mis amigos a cenar. Y cuando no lo saco, pues me conformo, porque por lo menos mi sacrificio tendrá una recompensa.
Que nadie diga que la medicina es sacrificada, porque todos los esfuerzos con pocos cuando lo que puedes llegar a conseguir es tan grande.
P.D. Eso sí, prepárate para hartarte del café, olvidar el color del cielo y saber lo que siente un ermitaño, porque el periodo de exámenes puede ser terrible..... :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: Es broma, es que después de ponerme tan serio, si no te tomo un poco el pelo no me quedo contento. ¿Ves? Llevo un año y todavía no he perdido el buen humor ni creo que nada me lo vaya a quitar.
Ah!!! Yo ya pasé por mi bache, y lo superé bastante bien. Nada es tan terrible como lo pintan.