En nuestra facultad, la asignatura de psiquiatría se evalua mediante trabajos que consisten en trabajar sobre casos clínicos que nos dan cada semana. Me parece que esto puede ser interesante para todo el mundo, para poder comentarlos. El de esta semana es el penúltimo y se entrega mañana, así hasta entonces ni siquiera yo se cual es el diagnóstico correcto definitivo. A ver que os parece a vosotros
Acude al servicio de urgencias una chica llamada Carla de 15 años acompañada de sus padres quienes se muestran muy preocupados por su estado. Consultan porque desde hace unas semanas la ven más triste y sin querer ir al instituto, ha perdido peso y le cuesta dormir por las noches...
La definen como una niña introvertida de pequeña y que siempre le ha costado abrirse a los demás. Hasta los 5 años tenía que dormir con la madre por miedo a la oscuridad y a que hubieran monstruos en su habitación. Decidieron apuntarla a clases de teatro hace unos 4 años pero Carla lo dejó a las pocas semanas. Actualmente en el instituto su timidez ha ido a más y no mantiene ninguna amistad fuera de las clases.
Como antecedentes personales y familiares destaca un ingreso en el hospital a los 3 meses de edad por una bronquiolitis. No alergias conocidas ni hábitos tóxicos. Destaca también un diagnóstico de trastorno bipolar en la madre que ha requerido ingreso hospitalario psiquiátrico en 4 ocasiones y todas ellas por descompensaciones de tipo maniforme. El padre impresiona de distante y con cierta desconfianza hacia el personal sanitario (se queja en recepción porque no quiere que su hija firme la hoja de protección de dates: “a ver si nos van a fichar” dice el padre).
A la exploración, Carla está con semblante serio, mirada fija y sin querer explicar qué le pasa. Se mantiene sentada en la silla sin responder ninguna pregunta. La madre le insiste a que cuente si tiene o ha tenido algún problema en el instituto pero ella sigue sin decir nada. Pasan 15 minutos aproximadamente en la misma situación cuando de repente Carla dice que no le pasa nada; solo que tiene miedo a ir a clase.
Dado que no responde a nada más, se orienta el diagnóstico como una probable fobia social y se deriva a su psiquiatra de referencia.
Cinco días después, acude otra vez Carla al servicio de urgencias. En esta ocasión presenta mirada fija sin mantener contacto ocular. Le acompaña su madre y su padre, ambos muy preocupados. Carla impresiona de estar asustada y solo repite que la dejen morir en paz, que sabe que se está pudriendo por dentro y que ellos le decían que se tirara por la ventana. Al preguntarle por quienes son ellos, responde que no lo sabe pero que le hablan y le cuentan su vida.
Ante este cuadro clínico se modifica la orientación diagnóstica de Carla que habíamos dicho 5 días antes.
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