Noelianoelle dijo:
Yo considero que lo mío es vocación. De pequeña estaba obsesionada con estudiar astronomía, me fascinaba. Me llamaba la atención la ingeniera aeronáutica. Pero de repente, cuando entré a la ESO, me empezaron a fascinar muchísimo las ciencias naturales, luego la biología, y especialmente siempre que estudiábamos algo relacionado con el cuerpo humano. Se me quedaba todo enseguida, y lo estudiaba con entusiasmo, ganas y curiosidad. Cuando tuve que decidir qué bachiller cursas, me volvieron las dudas entre el de ciencias de la salud y el tecnológico, por la espinita esa que tenía con la ingeniera aeronáutica. Sin embargo, no lo tuve que pensar mucho; prefería mil veces ayudar a las personas que a las máquinas. Así que seguí con mi proyecto en mente, y aquí estoy, a punto de empezar medicina. La verdad que a mi lo que me mueve es el ayudar, el saber que puedo curar a las personas, que se pueden salvar vidas, la investigación, el ir más allá, descubrir nuevos métodos... En definitiva, como he dicho antes, la vocación.
Me siento bastante identificado con tus motivos. Desde pequeño (5 años más o menos) siempre decía que iba a ser astrónomo, las estrellas, los planetas... Me encantaban. De hecho, me iban a comprar un telescopio pero se quedó en idea :lol: . En el colegio conocí a un profesor que, aparte de dar la gran mayoría de las clases, satisfizo mis curiosidades "científicas" (a esa edad...) y me enseñó cosas. Recuerdo bastante bien los efectos ópticos con la luz (lo típico de los CD's cuando les da la luz, el arco iris...) y yo me quedaba con la boca abierta. "Naturales" era de lo que más me gustaba. Recuerdo acabar antes las "fichas" que nos mandaba el profesor y mi voz de enano diciendo "¿Te puedo ayudar en algo?". El profesor normalmente me decía que hiciera algo como ordenar la clase o algo así, pero yo ya estaba contento, y esa muletilla la metía en casi todos sitios por tal de hacer algo y sentirme bien jaja.
Desde pequeño tuve problemas médicos, tenía asma y alergias por un tubo (de la cual solamente conservo la de la penicilina), me ingresaron nosecuántas veces en el hospital por ataques de todo tipo y a todas horas. Más tarde llegó la meningitis y ya fue el colmo (así de loco me he quedado jaja). Suerte que con la edad todo se solucionó (aparte de vacunas sublinguales) y con el estirón me convertí en un chico normal y corriente, incluso con mayores capacidades físicas de la media. La cuestión es que, en esas estancias hospitalarias, conocí a otros niños (que ahora, con la edad, me doy cuenta de que tenían enfermedades terminales), veía médicos hacia arriba, médicos hacia abajo. La maquinaria de la UCI/UVI me fascinaba. El hospital se convirtió en una segunda casa para mí.
Pasaron los años y entré al instituto. La parte química de "Conocimento del medio" y la parte física me gustaba cada vez más (ya ves, que a duras penas se da algo en 1º y 2º de la ESO) y biología me agradaba pero era como si le faltara algo (dábamos las plantas, y todas esas cosas de las que te sueles olvidar).
Llegó 3º ESO. Me mudé a un pueblo de Almería a finales de septiembre y estaba en proceso de adaptación. Me había llevado un duro golpe familiar y ahora todo era distinto. Al fin, descubrí lo que le faltaba a la biología. Me enamoré de la biología de ese curso: el cuerpo humano, nosotros. Todo era tan perfecto, hasta que en la última cara venían sus imperfecciones: las enfermedades. Nunca dimos el libro entero, pero te digo yo que me lo sabía de memoria, especialmente las enfermedades, cada una distinta causa, efecto, cura... Descubrí que lo mío sería el cuerpo humano, su relación con la enfermedad y, por supuesto, su cura. Así que dije que quería estudiar medicina, sabiendo muy bien desde el principio las notas que eso requeriría (fue en esa época cuando empecé a ver este foro, me informé y luego me registré) y lo tenía como algo remoto, algo muy difícil de alcanzar e incluso, llegué a pensar que inalcanzable.
Lo tenía muy claro en bachillerato, iría de cabeza a ciencias de la salud. Sin embargo, me dio pena abandonar la física y la tecnología. Me encantaban, especialmente la física. Pero sabía que antes que "curar" o diseñar a una máquina prefería el el cuerpo humano, una máquina (a mi parecer) mucho más compleja.
En 2º de Bachillerato me enteré increíblemente de que parte de mi familia había trabajado en hospitales (nadie me avisó jaja), que la rama médica les atraía e, incluso, re-conocí a una prima un año mayor que yo que precisamente quería hacer medicina. Me llevé una sorpresa, pero mayor fue cuando descubrí que por distintos motivos, nadie estudió medicina (no pudieron). Me hace gracia pensar que seré el primero del clan :lol: :lol: :lol: .
Y bueno, aquí estoy, apunto de entrar en Medicina y hacer mi sueño realidad. Ojalá que todos lleguemos a ser buenos médicos en un futuro.
Saludos, ¡y quiero seguir viendo historias interesantes!