ESTUDIAR VETERINARIA EN LA UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA:

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ESTUDIAR VETERINARIA EN LA UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA:

EvaTB

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Hola a todos, hoy vengo a contaros cómo es estudiar veterinaria en la UEx. Tenía muchas ganas de hacer otra entrega de “quejas de los clientes” pero alguien me insiste en que tengo que dar prioridad a esto porque “vas a asustar a los pobres futuros veterinarios” y porque “de verdad que tienen que saber cómo es la facultad en la que puede que acaben estudiando”.

Así que bueno, me veo en la obligación de escribir esto antes de continuar con más quejas o con casos clínicos…

¿Cómo es estudiar veterinaria en la UEx?... Bueno, pues lo primero que tenéis que saber es que la facultad se encuentra en Cáceres, una de las ciudades más bonitas de España. Aunque eso de ciudad es más un decir, porque Cáceres es como un pueblo grande, pero en mi opinión esto no es algo malo. Para mi tiene el tamaño perfecto y todas las cosas que puedas necesitar, pero con la ventaja de sentirte mucho más seguro porque, lo creáis o no, se conoce todo el mundo.

Cáceres no es solo una ciudad preciosa (podéis buscarla en Google y veréis que hasta los de Juego de Tronos se enamoraron de ella), sino que además cuenta con mucha oferta cultural y de ocio… Para vosotros, la Madrila será probablemente la parte más interesante… lo sé, a todos nos gusta salir de vez en cuando… o todos los jueves como hacen muchos (eso tampoco lo recomiendo si os queréis sacar la carrera en 5 años, pero eso ya es decisión de cada uno). Si lo que os gusta es algo más cultural y tranquilo, como por ejemplo micros abiertos y esas cosas, hay varios lugares en los que se organizan. Bueno, en resumen, os vais a enamorar de la ciudad, de sus alrededores y de todas las opciones de ocio.

Pero aunque Cáceres es una parte importante (la ciudad donde pasaréis los próximos 5 años si todo va bien), no es lo más importante. Voy a hablar un poco sobre la facultad de veterinaria y las instalaciones con las que cuenta antes de meterme de lleno con asignaturas y profesores.

Por un lado tenemos el edificio principal, el hospital y los departamentos (de los que hablaré luego) y por otro tenemos la granja. En la granja se crían distintos animales (no cerdos porque nunca se consiguió el permiso del Ayuntamiento de Cáceres L). Allí, además de hacer muchas prácticas de las distintas asignaturas (propedéutica, producción, tecnología de los alimentos…) podéis solicitar ser alumnos internos del departamento y así será vuestra responsabilidad cuidar de los animales. En cuanto al edificio principal lo tenemos que dividir en: aulario (las clases, básicamente) y edificio de departamentos, donde pasaréis horas y horas haciendo prácticas: anatomía, genética, higiene, producción, parasitología… Y por último mi edificio favorito: el hospital clínico veterinario. Un hospital de referencia a nivel nacional donde el primer año no pasaréis mucho tiempo que digamos, pero donde haréis las mejores prácticas y más.

También hay un animalario y una planta piloto de carne y leche donde os dedicaréis a cocinar hamburguesas y a hacer queso y mantequilla.

En cuanto a las asignaturas… pues depende del curso. Las de primero son un asco. El primer año es una criba para quitarse de encima a todo el que no esté dispuesto a trabajar de verdad y a darlo todo por la carrera. También a todo el que no valga para esto, porque te meten de lleno con anatomía y, bueno, digamos que ver perros muertos (entre otras cosas) no es para todos.

Si tuviera que dar un consejo para primero sería: centraos en anatomía y aguantad. Anatomía es la asignatura más bonita, pero también la más difícil de todas y los profesores son muy, muy exigentes, sobre todo porque cuando llegamos a la carrera vamos con la idea de que “yo estoy sacando muy buenas notas sin casi esforzarme, así que aquí va a ser igual” y no. Esto no es el instituto, esto no es bachillerato y a los profesores les da igual si apruebas o no porque no te conocen. Así que cuanto antes cambiéis esa mentalidad y os deis cuenta de que vais a tener que esforzaros 5 veces más para aprobar, mejor.

Segundo es mejor, más fácil y relajado. Es como un soplo de aire después de primero. Es como un paseo. Las asignaturas siguen sin ser bonitas, pero al menos son más fáciles. Mi consejo es que disfrutéis de la libertad (sin relajarse demasiado tampoco).

Tercero es fácil también y las asignaturas empiezan a ser más bonitas. Ya empezáis a ver la veterinaria como tal. Disfrutad también de este año porque será el último que tengáis tiempo libre.

Cuarto es muy bonito. Hay quien dice que es el año más difícil, pero yo no estoy de acuerdo. Lo único que es cierto es que tendréis que hacer mil trabajos y proyectos y tener una organización maravillosa para llegar con tiempo a todo, pero se puede.

Quinto es el mejor año, lo mires por donde lo mires. El primer semestre es de teoría, con muchísimas prácticas, pero el segundo semestre es exclusivamente de prácticas: el rotatorio (pasar 2 días en cada departamento del hospital haciendo prácticas y aprendiendo un montón), clínica ambulante, itinerario libre… Mi consejo es que viváis pegados al móvil y refrescando el campus virtual cada dos minutos para ser los primeros en apuntaros a todas las prácticas porque la única dificultad de quinto es conseguir cuadrar todas las prácticas y rotatorios.

Ahora que hemos hablado, un poco por encima, de la carrera en sí, me gustaría destacar lo que más me gusta de la facultad de Cáceres y así tengáis una idea antes de ir.

  • Debo hablar del equipamiento del hospital (y de la facultad en general). Como ya he dicho, es un hospital de referencia, así que tienen todo lo necesario para hacer diagnósticos correctos y para enseñaros a vosotros cómo hacerlo.
  • De nada vale la maquinaria si no tienes grandes profesionales que te expliquen cómo utilizarla y, aunque reconozco que hay algunos profesores que se ve que vocación tienen poca y dejan mucho que desear (ejem, producción, ejem microbiología…) tenemos la suerte de contar con algunos de los mejores en su campo. Por poner algunos ejemplos: Javier Duque, uno de los mejores con la ecografía. Reconocido a nivel europeo y probablemente el mejor de España. Especialista también en cardiología, te diagnostica al perro en 2 minutos, pero además te lo explica todo con una paciencia que no es ni humana.
  • Patricia, especialista en dermatología. No se le escapa nada de la piel. Es que solo tiene que mirar al paciente y ya sabe cuál es su problema. Es muy buena en su trabajo y también tiene paciencia, pero no como Javi Duque. No te recomiendo que pruebes sus límites.
  • Concha y Rafa llevan tanto tiempo ejerciendo que desde luego son unos veterinarios magníficos y de verdad adoran su trabajo, tanto en el hospital como en el aula. Te responden a la misma pregunta 300 veces si es necesario y te la explican de mil maneras hasta que la entiendes.
  • Javier Ezquerra… ¿qué decir de él? Uno de los mejores cirujanos con los que te puedas encontrar. Te opera igual un perro, gato, un caballo, una oveja, una rata o una gallina. Para él no hay límites. Y tampoco importa que sea trauma o tejidos blandos: él opera con paciencia y habilidad y mientras tanto te lo explica todo y pone interés en que de verdad lo entiendas… porque el próximo lo haces tu.
  • De Massimo ya he hablado. Increíble cirujano. Italiano con mucho sentido del humor con el que puedes sentirte en un ambiente relajado incluso durante una cirugía de urgencia a vida o muerte.
  • Jesús Usón y Eva. ¿Os suena el apellido Usón? Sí, del centro de cirugía de mínima invasión de Cáceres donde los mejores cirujanos en medicina humana aprenden a hacer según que tipo de cirugías… Pues esos serán vuestros profesores si os decidís por la UEx. Nada más que decir, señoría.
  • Alejandro. Para mí el mejor. Mi mentor y mi ejemplo a seguir. Muy mal carácter y nada de hipocresía: si no le caes bien lo vas a saber, pero si le caes bien también. Sabe de todo y siempre está dispuesto a ayudar (me sigue ayudando con mis casos clínicos hoy en día). Las palabras se quedan cortas para describirlo.
  • Hay muchos más, pero yo diría que ellos son los que más me han marcado a mi personalmente.
  • Por último, pero no menos importante, tengo que mencionar los departamentos. Desde el primer año puedes formar parte de los distintos departamentos (en primero solo de potros, os seré sincera) para seguir aprendiendo de manera práctica. Es lo mejor que podéis hacer, desde mi punto d vista porque es ahí donde de verdad se aprende. Por mencionar solo algunos: neonatología equina (vaya, potros, el único al que podéis optar en primero, pero una buena oportunidad de empezar a tomar contacto con los animales), parasitología, granja, APS, cirugía (tanto de grandes como de pequeños), reproducción y obstetricia, medicina interna (pequeños animales y caballos), anestesia, producción, genética…
Y creo que ya me he extendido bastante, por lo que lo voy a dejar por aquí. Si tenéis dudas sobre algo simplemente preguntad, que yo estaré encantada de responder y ayudar en todo lo que pueda.
 
Me encanta cómo lo has resumido todo.

En quinto tienen que vivir pegados al móvil o tener una hermana que les apunte a las prácticas mientras ellos están en otras prácticas, no?

Lo que siento que falta (además de unas palabritas dedicadas a citología, que me ha sorprendido que no hayas dicho nada) es que hables en más profundidad de los departamentos, en especial en los que has estado, que son en de los que más puedes comentar, porque a mi me daba muchísima envidia cada vez que me contabas lo que hacías en ellos, así que estoy segura de que a más gente le encantaría saber de ellos.
 
Bueno, para completar, y a petición de @Maria6 voy a hablar de los departamentos en los que estuve yo y qué saqué de ellos.

En primero de carrera, seamos sinceros, no hay mucha oportunidad de relacionarse con animales vivos más allá de Otto, el perro de la profesora de reproducción que se pasea siempre con un churro en la boca por la terraza de la cafetería. El departamento de neonatología equina (o departamento de potros que es como lo llama todo el mundo) es, digamos esa única oportunidad. Se trata de pasar 12 horas de guardia, ya sea de día o de noche monitorizando las constantes de los pacientes de la unidad de neonatología equina, es decir, de los potrillos que nos llegan en muy malas condiciones, y notificar a un miembro del departamento de cirugía de caballos si pasa algo.
Visto desde mi perspectiva ahora es un departamento que pide mucho y da poco, pero creedme que en primero supone muchas alegrías y la confirmación de que de verdad esto es lo que quieres (recordemos que primero es una criba y digamos que estas cositas pequeñas son las que hacen seguir adelante). Ahora, hay que tener en cuenta que requiere mucho tiempo en el curso más difícil de todos. Una vez dicho esto: no me arrepiento de haber sido alumna interna ya que me dió la oportunidad de saber cómo iba a ser mi carrera en el futuro: dormir poco o no dormir si estás de guardia porque la vida de un paciente está en tus manos. Pero además fue como un soplo de aire fresco y la forma de desconectar de un año muy difícil.

En segundo de carrera decidí que ya había aprendido todo lo que podía aprender del departamento de potros y que era hora de probar algo nuevo. Acabé en el departamento de parasitología.
El trabajo es sencillo: analizar muestras de heces, sangre y vísceras en busca de parásitos. Que sí, que no suena muy glamouroso, pero yo le cogí el gusto y ahora, siempre que llego a trabajar a un sitio nuevo me ofrezco voluntaria para hacer coprologías. De este departamento destacaría lo relajado del trabajo, lo fácil que es conseguir 2 créditos (recordad que con 6 créditos puedes convalidar una optativa de 5°) y el ambiente de colegueo que había, sobre todo gracias a David, el técnico de laboratorio. También destaco a los increíbles profesionales que trabajan en ese departamento y el hecho de que a la hora del examen estás tan harta de ver bichos que te lo sabes todo, mientras tus compañeros se desesperan porque no se saben el ciclo de vida de Fasciola hepática.

Y por último, desde tercero hasta quinto, ambos inclusive, estuve en el mejor departamento de todo el hospital: el departamento de cirugía de pequeños animales.
Si estáis pensando en solicitarlo me gustaría que tuvieseis una cosa muy clara: requiere dedicación y tiempo. Mucho tiempo.
Los turnos son una vez a la semana (a no ser que cambies con tus compañeros) de 9 de la mañana a "5 de la tarde" y pongo lo último entre comillas porque si te toca hospitalización si que terminas a las 5, pero si te toca quirófano o consulta no te vas hasta que todos los pacientes estén listos. Además de eso tienes que hacer guardias que son aproximadamente 2 al mes. Estas guardias son de 17 a 00, de 00 a 9 o de 9 a 21 y de 21 a 9 fines de semanas y festivos. Durante mi último año también incluyeron una guardia de 24 horas en periodo no lectivo (a mi me tocó en plenas Navidades). También me gustaría mencionar que las guardias no paran en época de exámenes, es decir, puedes tener guardia la noche antes de un examen y si nadie te la cambia pues mala suerte.
Pero una vez dicho esto he de decir que es donde más he aprendido en toda la carrera. Mucho más que en las clases, mucho más que en los libros. En quirófano con Ezquerra y Massimo y, sobre todo en consulta con Alejandro. En hospitalización (mi parte menos favorita, lo reconozco) fue donde aprendí a manejar perros. Yo soy una persona de gatos. Me gustan todos los animales pero me he criado con gatos y jamás me habían permitido tener un perro, por lo tanto no tenía tanto manejo con ellos. Ahora bien, todos me pedían que fuera yo a medicar a los gatos porque "tú les caes bien" (no, solo sé cómo manejarlos que para eso me he criado con ellos).
En resumen, en este departamento he aprendido cosas tanto prácticas como teóricas, he entablado amistades por las que estoy muy agradecida (básicamente Alejandro, el veterinario de consulta y mi ejemplo a seguir) y he aprendido lo exigente que puede llegar a ser la carrera.
Voy a hablar un poco de las tareas que tienes que hacer según el área:
-Hospitalización: cuidar de los animales hospitalizados: pasearlos, darles de comer, medicarlos y tomar constantes. Aprendes a manejar bombas de infusión, a medir presiones arteriales, a responder en caso de parada cardiorrespiratoria... Y durante las urgencias estás apoyando al veterinario de guardia en lo que te pida (y creedme que es mucho. Sin alumnos internos no se podría hacer todo lo que se hace).
-Quirófano: básicamente aprendes el concepto de esterilidad y a manejarte por un quirófano. Aprendes a preparar las "cunas" con el material y también qué material van a utilizar en la próxima cirugía. Te explican todas las técnicas quirúrgicas mientras asistes al cirujano en todas las operaciones y, si aprendes rápido, acabas haciendo tu algunas cirugías como castraciones de macho y de hembra. También aprendes a suturar, nociones básicas de anestesia (si quieres saber más de anestesia deberías entrar en el departamento de anestesia, no en el de cirugía)...
-Consulta: pasar consulta de cirugía con Alejandro en un hospital de referencia, es decir: casos súper chulos y con un profesional increíble explicando cada cosa que ves. Radiografías, técnicas quirúrgicas, opciones de tratamiento, toma y procesamiento de muestras... Y sobre todo, aprendes a pensar.

Bueno, en resumen, que los departamentos de la facultad son una manera perfecta de aprender y de acumular créditos por si no te apetece cursar una de las optativas del último año.
 
Hola, @EvaTB:
En primer lugar, muchas gracias.
En cuanto a prácticas fuera de la universidad, ¿la facultad interviene en esta formación? ¿Podrías comentar sobre ellas?

Un saludo.
 
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Hola @Jorge25
Pues te voy a ser muy sincera: no mucho. Sí, ponen a tu disposición una lista enorme de clínicas o veterinarios con los que puedes hacer prácticas fuera de la universidad y, si las quieres hacer con un veterinario que no está en la lista te ayudan a crear un convenio para que puedas hacerlo. Pero ahí acaba su colaboración.
Para las prácticas extracurriculares (no obligatorias) y para el itinerario libre no tuve ningún problema ya que las hice ambas en una clínica en Badajoz muy cerca de la casa de mi tía, sin embargo para clínica ambulante la cosa cambia: la mayoría de los veterinarios de esa lista que trabajan por Cáceres o Badajoz se habían jubilado el año que yo tenía que hacer las prácticas. No exagero si te digo que llamé a 13 o 14 veterinarios antes de hablar con el profesor encargado de la asignatura cuya respuesta fue básicamente "me me buscase la vida". No quiero que te lleves una mala imagen de este profesor porque la mayoría del mundo lo adora. Es muy divertido, explica muy bien y suele ser muy amigable y cercano con los alumnos, pero a mí, por alguna razón me odiaba.
Al final encontré a un profesor asociado con el que hacer las prácticas pero para ello tenía que desplazarme a Brozas y, por suerte por aquel entonces tenía coche y podía hacerlo, pero esta no es la misma situación para todos mis compañeros.
En resumen, si tienes alguna duda sobre las prácticas la facultad estará dispuesta a resolverla, pero te tienes que buscar la vida para todo lo demás.
Una vez dicho esto añado que todas esas prácticas fuera de la facultad han sido de lo más interesantes y los veterinarios están encantados de ayudarte en todo lo que sea necesario.
 
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