¿Qué es la Biónica?
Etimológicamente la palabra viene del griego "Bio"; que es vida y "nica" "Técnica" o "Electrónica". Es una rama de la cibernética que estudia la biología con el fin de obtener conocimientos útiles para idear proyectos y realizar aparatos y sistemas electrónicos.
Se podría decir, entonces, que la biónica trata de simular el comportamiento de los seres vivos haciéndolos mejores en casi todas las ramas por medio de instrumentos mecánicos.
La Biónica es tan antigua como el hombre, ya que consciente o inconscientemente la hemos usado desde la prehistoria hasta nuestros días. En 1960 hubo una definición concreta del término que sigue siendo válida hoy en día y que acuñó el comandante Jack Steele, de la U.S. Air Force.
Gracias a la biónica, la medicina se ha visto favorecida con el desarrollo de una serie de automatismo, susceptibles de mejorar las capacidades vitales que ha perdido, por ejemplo, un receptor. De hecho, ya es posible encontrar implantes cocleares o retinianos que mejoran la audición o la visión según el dispositivo del que estemos hablando. No obstante las aplicaciones son inmensas y no sólo limitadas a ampliar nuestras capacidades sensoriales (vista, oído, tacto, olfato y gusto) sino que también se pueden potenciar nuestro cerebro y sistema muscular o regular las funciones de determinados órganos como el corazón con un marcapasos.
Historia de la Biónica
La Biónica ha existido sin nombrarla así desde el principio de la historia del ser humano, con la creación de herramientas o de artefactos que ayudan al ser humano a desempeñarse mejor en su ambiente. Leonardo Da Vinci se inspiró en diversos mecanismos naturales para llevar acabo sus obras o diseños, como los rudimentos de un primer aeroplano, ornitóptero, que tiene mucha similitud con las alas de un murciélago, y del cual existe un boceto además de algunos escritos donde detalla sus observaciones de aves y algunos otros animales voladores.
Existen muchísimos inventos modernos que están inspirados en modelos biológicos, tenemos el caso del Radar que se inspira en la eco-localización que tienen los murciélagos para no chocar en la oscuridad, o el velcro el cual está basado en aquellas plantas que se adhieren a las ropas por medio de ganchillos, o el traje de cuerpo completo de los nadadores de competencia, el cual disminuye la fricción con el agua aumentando la velocidad y que es muy parecido a la piel que cubre a los delfines. También tenemos una gran cantidad de ejemplos desarrollados por distintas Universidades que están inspirados en serpientes, arañas, cucarachas, peces e incluso en humanos.
Desarrollo de la Biónica
La Biónica ha tenido un gran desarrollo en países como Alemania que cuenta con cursos titulados de ese mismo modo en distintas escuelas, Japón que tiene un gran desarrollo en Biorrobots y Estados Unidos e Inglaterra.
En Latinoamérica y España se cuenta también con desarrollos de este tipo. En México se fundó la carrera de Ingeniería Biónica en la UPIITA (Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Tecnologías Avanzadas) del IPN (Instituto Politécnico Nacional) en 1996 la cual a rendido frutos en la creación de artefactos Biónicos. Posteriormente, dado el éxito obtenido en el IPN, la UPAEP (Universidad Autónoma del Estado de Puebla) también implantó esta licenciatura unos años después.
Se han realizado avances de sustitución de órganos en donde lo que se está buscando es la conexión del sistema nervioso central con el sistema músculo-esquelético, esto con el fin de optimizar esa comunicación entre un órgano del cuerpo humano con materiales que no son biológicos. Para este fin se están desarrollando sistemas expertos y redes neuronales.
En Colombia hay universidades que están trabajando en la parte de biomecánica desarrollando prótesis pero la idea es que en un futuro se pueda conectar el cerebro directamente con traductores o biosensores a las terminaciones nerviosas de esos miembros que faltan para hacer el puente entre ese órgano viviente y la estructura artificial que se va a conectar.
Estas instituciones educativas están desarrollando el tema de prótesis mioeléctricas (prótesis con electricidad), prótesis mecánicas de miembro inferior, optimización de las articulaciones de cadera y de rodilla mecánicamente, incluso se esta pensando en una rodilla inteligente para poder compensar los mecanismos de una rodilla normal durante la marcha.
Una mano artificial para un niño es la más reciente muestra del papel de la biónica para mejorar las posibilidades del cuerpo mediante aportes artificiales.
Con su simulación, en una especie de guante relleno de silicona, el miembro artificial permite que los niños puedan realizar toda clase de actividades, desde montar en bicicleta hasta cortar papel con una tijera. En su interior, una serie de electrodos hacen posible la transmisión de movimientos hasta los minúsculos motores y sistemas de engranaje, que a su vez son responsables de la apertura y cierre de los dedos pulgar e índice.
Otros centros, europeos y de Estados Unidos, cuentan con equipos de investigación dedicados a la creación de miembros que puedan reproducir fielmente los movimientos.
El principal reto de estos artilugios no reside tanto en la fidelización de los movimientos, que se soluciona más o menos con ciertas dificultades con los mencionados sistemas de motorización, como en la reproducción de las señales que provienen de las terminales nerviosas de los pacientes y su correspondiente traducción a movimientos mecánicos.
En el Centro de Tecnología de la Comunicación Neuronal de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, se acaba de descubrir un método destinado a realizar la conexión física entre una terminación nerviosa humana y unos electrodos. Son nervios biónicos, que utilizan materiales como el oro o el iridio, compatibles con el tejido nervioso, junto a sustratos de silicona.
La importancia de esta interacción se ha demostrado en el proyecto europeo Levántate y anda, que permitió, mediante la estimulación eléctrica de determinados miembros, la restauración de movimientos en un grupo de lesionados medulares.
También con fondos de la Comisión Europea, diferentes grupos del Viejo Continente se afanan en la creación de biomateriales que puedan sustituir y reparar de manera efectiva huesos, piel e incluso tejidos dañados de órganos como el hígado o los riñones.
Sentidos como el de la vista o el oído tampoco quedan ajenos a estas nuevas técnicas. Mientras en Italia durante este año se ha implantado un oído biónico a un niño de cuatro años, en Estados Unidos varios centros de investigación han creado una retina artificial que permite trasladar a los nervios cerebrales del invidente, si no imágenes completas, sí el rastro de movimientos y formas.
Pero la biónica tiene su principal reto en la implantación de chips en personas.
Podemos precisar la diferencia que existe entre un ciborg y un individuo con implantes biónicos, a saber, mientras que a un ciborg se le implantan dispositivos electrónicos para sustituir un órgano deteriorado, el ser con implantes biónicos posee intactos sus órganos pero con dispositivos de control externos a dicho órgano.
CONCLUSIÓN
Del trabajo realizado se puede concluir que la biónica además de ser una ciencia, se convierte en la esperanza de miles de personas discapacitadas quienes ven en este campo una nueva oportunidad de llevar una vida productiva sustituyendo partes de su cuerpo por replicas artificiales perfectas.
Esta es una ciencia revolucionaria que va a permitir la incorporación de personas discapacitadas a la vida productiva, esto se conoce como bioingeniería la cual permite sustituir órganos biológicos que han sido eliminados debido un trauma generado por un accidente o por la misma violencia, un ejemplo de esto es el caso las minas antipersonales. Por órganos artificiales para que la persona pueda reincorporarse a la sociedad y por tanto ser activo tanto laboralmente como familiarmente.
La tecnología biónica logrará que el ser humano preserve su vida, sin desgaste de sus órganos. La cultura de la estética corporal, la cirugía del prototipo del hombre y la mujer perfecta, esa filosofía del consumismo, del confort puede llevar a desarrollar tecnologías muy avanzadas que permitan que el ser humano prácticamente no tenga que utilizar su cuerpo sino que otros lo hagan por él y reducir al mínimo los riesgos como el levantamiento de cargas, el ambiente y el riesgo biológico.